lunes, 25 de enero de 2010

La mami

¿Ha estado usted en un cabaret? Entonces se acordará de haber visto a unas señoras diferentes a las chicas que ofrecen su cuerpo como arriendo sexual. Estas señoras suelen ser mayores en edad y en medidas corporales a las bellezas que uno puede encontrar en estos centros de diversión. Algunas veces estas señoras están, dependiendo del cabaret , vestidas todas de blanco como enfermeras o ángeles sin alas, y en otras están vestidas con la típica parada de asistente doméstica o con un atuendo informal. Y claro, no están ahí precisamente para tener relaciones sexuales a cambio de dinero. A éstas señoras las trabajadoras sexuales, los meseros y hasta los clientes las denominan “la mami”.

La mami tiene una sola misión: que el local, las chicas y el cliente queden satisfechos. Su trabajo va desde la limpieza obvia del establecimiento hasta controlar que el tiempo de la actividad sexual contratada no se pase de lo estipulado en las políticas del negocio. “Aquí en el Éxtasis hay un máximo de 30 minutos. Si el cliente me da propina estoy autorizada a concederle 15 minutos más de placer”, cuenta Avelina, una de las mamis del Éxtasis desde hace 5 años. Pero también tienen que estar alertas de los preservativos, el papel higiénico y las bebidas que se puedan presentar antes, durante y después del sexo.

Ser mami puede convertirse en una profesión lucrativa: “Yo gano el mínimo. Pero mis chicas hacen que sus clientes me den propinas que reunidito ya se hace platita”, asegura Avelina, a la que podríamos denominar una mami pelucona pues ha llegado a obtener más de $1.000 mensuales entre sueldo y propina. Hay que aclarar que en el Éxtasis Club Privado el cover cuesta $28 (derecho a tres tragos) y el punto (sexo) hasta $ 150 dependiendo si paga en efectivo o en tarjeta de crédito.

Pero hay otros cabarets como Alondras en donde el cover cuesta $1.50 (derecho a una cerveza grande) y el punto $ 7. En Alondras, La Gitana, mami desde hace 10 años y en Alondras desde hace 2, cumple la misma función que Avelina pero sus ingresos llegan a ser de $300 en el mejor de los meses. “Se les consiente a los clientes. Lo importante es que no abusen del tiempo porque si no me multan. Aquí tienes 15 minutos para pegarte un palo. Así me des propina a los 10 minutos te golpeo anunciándote que tienes 5 minutos para acabar. A los 15 te abro la puerta y así estés en la mitad del polvito te saco del cuarto”, afirma La Gitana.

En ambos casos las mamis también se han convertido en las amigas y hasta, por su experiencia, se atreven a aconsejar a las chicas y a los clientes. “Yo les digo la verdad. Si una mujer viene al Éxtasis es para ser puta. Ese es el negocio: sexo por dinero. Aquí no van a conseguir maridos o esposas. Si viera cuántas veces he escuchado que los clientes les ofrecen todo el oro del mundo porque salgan con ellas y éstas aceptan y se enamoran. El cliente, por lo general, es casado y así fuera soltero no se van a enamorar de una puta. Esto no es una telenovela, aquí no hay final feliz. La puta es puta y el cliente es hombre. Y los hombres perros son”, sostiene Avelina quien asegura que se ha convertido en confidente de varios clientes que incluso no contratan ninguna chica y se la pasan contándole a la mami sus problemas personales e incluso empresariales.

“Yo lo que les digo es que aprovechen la juventud. Si pueden que ahorren y no chupen mientras trabajan. Que mientras estén en esta mierda no tengan más hijos. Y a los clientes frecuentes les digo qué nueva niña llegó, si es buena gente, si le gusta mamar o hacerlo por atrás. Soy como esas cartas en los restaurantes donde uno puede ver los platos del día”, dice La Gitana.

Entre las anécdotas que cuenta Avelina está la vez que un cliente le propuso acostarse con ella: “el bestia estaba borrachísimo y era bien gordo. Había contratado dos chicas y después de 45 minutos a una de ellas le llamaron para que baile en la pista. Cuando entré al cuarto para decirle que el tiempo ya se había acabado me propuso que pague otra hora más de cuarto y que me una a la diversión en remplazo de la chica que se había ido a bailar. Yo no paraba de reírme. Hasta me dio pena. Pobre gordito”, se acuerda Avelina.

“Yo siempre que veo a un cliente borracho le aconsejo a la niña que le haga excitar antes de comenzar el polvo. Qué le baile, le mande mano, que realmente esté arrecho. Es la única manera de que terminen rápido. Una vez un borracho pagó 3 veces la habitación y a la misma puta. Pobre niña salió patojeando”, cuenta La Gitana.

Avelina tiene una relación de 15 años. Estuvo casada 2 años pero no funcionó. Tiene 3 hijos y 8 nietos. Antes de ser mami, trabajó en una fábrica textilera pero “según dijeron los dueños la competencia extranjera liquidó la empresa”. Se hizo mami gracias a su actual pareja. “Mi marido es taxista ejecutivo y hace las carreras para el Éxtasis. Cuando me quedé sin trabajo había un puesto y me recomendó. Me viene a dejar a las 7:30 de la noche y me recoge a las 5 de la mañana”. Dice que se va retirar en 5 años. Sueña con comprarse una casita y dos carros más para hacerlos taxis.

La Gitana no quiso revelar su nombre. Pero aseguró que antes de ser mami fue puta. “No tengo dueño. Vivo sola. Tengo 5 hijos y no sé cuántos nietos. Trabajo de 10 de la mañana a 12 de la noche. Y estoy feliz con lo que hago. Voy hacer mami toda mi vida”.

Así que ya sabe, cuando visite de nuevo un cabaret acuérdese de la mami. Ella puede ser una buena aliada para que usted obtenga una excelente estadía y un placentero costo beneficio.